LAS SECCIONALES PORTEÑAS DE ATE Y UPCN ESTAN UNIDOS CONTRA EL “DESMANTELAMIENTO” DEL ESTADO Y EL AJUSTE DE MILEI

Los sindicatos remarcaron que pese a que “en otras épocas sufrimos intentos de reducirlo al máximo”, por primera vez encuentran en el Poder Ejecutivo, “una concepción ideológica que lejos de pretender acotarlo a roles de seguridad, salud y educación, imagina su eliminación absoluta, lo define como una organización criminal y afirma buscar una sociedad humana previa al siglo XVIII”, sostuvieron.

El documento advierte que el gobierno pretende instaurar una sociedad “librada al enfrentamiento que anunciaba Thomas Hobbes” con la pretensión de favorecer a los empresarios y monopolios, “a los que define como los nuevos héroes”, subrayaron.

A su vez, resaltaron el rol del Estado durante la pandemia y reconocieron que, “pensábamos que una crisis de esas dimensiones iba a poner fin a la tradicional dicotomía liberal-estatista, demostrando que solo una organización estatal eficaz y eficiente podía dar respuesta a los desafíos del mundo contemporáneo”, manifestaron los gremios.

En esa línea explicaron que el fracaso de la dirigencia política, “en cumplir el apotegma de ‘Con la democracia se come, se educa y se cura’, permitió el acceso al gobierno de una fuerza política que supo expresar la frustración, la rabia y la decepción de gran parte del pueblo argentino”, admitieron.

Ante esta situación, los sindicatos estatales consideraron que en lo que va del gobierno, “está muy claro que el costo del ajuste no lo paga la casta política, sino el pueblo en su conjunto” y recordaron que en solo tres meses tres millones de personas cayeron en la pobreza, en el marco de una recesión “brutal”, salarios y jubilaciones “en caída libre” y tarifas “impagables que dejan a gran parte de la población en la miseria energética”, apuntaron.

Por otra parte, denunciaron “la cacería humana” contra los trabajadores del estado, “que eran aplaudidos en la pandemia por su acción sanitaria”, y que el gobierno “busca desmantelar la presencia del Estado y abrir las puertas a una guerra de pobres contra pobres”, consideraron.

ATE y UPCN reconocieron a su vez que era “imprescindible una reingeniería del aparato estatal” para ordenar la situación laboral en la Administración Pública, pero que “los culpables de los vicios e incumplimientos no hay que buscarlos entre los trabajadores, sino entre quienes ocuparon y ocupan cargos de representación política, algunos de los cuales son continuidad de gestiones anteriores”, resaltaron.

Los gremios enfatizaron en que el gobierno “no va a lograr” terminar con el Estado, así como tampoco con los trabajadores que allí desarrollan sus actividades, “sabemos que nadie nos regaló nada y que todo lo obtuvimos con organización, con lucha y con inteligencia, y lo haremos de nuevo”, expresaron.

Finalmente, ambas entidades gremiales sostuvieron que “podemos tener diferencias de pensamiento o de metodología, pero tenemos una sola razón de ser: Defender inclaudicablemente los derechos a un trabajo digno, a un salario justo y a una carrera, todo ello en miras a un Estado fuerte, democrático y transformador”, concluyeron.